Like vs Dislike discusses the powerful influence of simplicity in our digital culture. Using two iconic gestures, the thumbs up and thumbs down, I appropriate not only a recurring symbol of the era we live in but also the history behind an act that has had critical implications in society since ancient times. These icons, while representative of the swift appraisal on contemporary social media platforms, have roots in our past. They take us back to times when raising or lowering a thumb could decide life or death, as in the Roman coliseums where the Caesar's simple hand movement determined an individual's fate. Now, in the digital age, these gestures determine the value and sometimes the destiny of ideas, creations, and even people. Beyond mere interaction, Like vs Dislike challenges viewers to question the ethical foundation behind each choice. What leads us to value something positively or negatively? Are our decisions impulsive or reflective? The piece highlights the inherent subjectivity in each action and how, today, decision-making based on individual values and ideals can have an amplified reach thanks to technology. This work is a mirror of current society and a critique of how digital media have synthesized the complexity of human judgment. Through its minimalism, it reminds us that, although technology has evolved, the essence of judgment and appraisal remains an integral part of the human condition.
Like vs Dislike dialoga sobre la potente influencia de la simplicidad en nuestra cultura digital. A través de dos icónicos/gestos, el pulgar hacia arriba y el pulgar hacia abajo, me apropio no sólo de un símbolo recurrente de la era en la que vivimos, sino también de la historia que hay detrás de un acto que ha tenido implicaciones críticas en la sociedad desde tiempos antiguos. Estos iconos, aunque representativos de la rápida valoración en las plataformas de medios sociales contemporáneos, tienen raíces en nuestro pasado. Nos remontan a tiempos en los que levantar o bajar un pulgar podía decidir la vida o la muerte, como ocurría en los coliseos romanos donde el César dictaminaba con un simple movimiento de su mano el destino de un individuo. Ahora, en la era digital, estos gestos determinan el valor y a veces el destino de ideas, creaciones e incluso personas. Más allá de la simple interacción, Like vs Dislike desafía al espectador a cuestionar la base ética detrás de cada elección. ¿Qué nos lleva a valorar algo positiva o negativamente? ¿Son nuestras decisiones impulsivas o reflexivas? La pieza destaca la subjetividad inherente en cada acción y cómo, en la actualidad, la toma de decisiones, basada en valores e ideales individuales, puede tener un alcance amplificado gracias a la tecnología. Esta obra es un espejo de la sociedad actual y una crítica sobre cómo los medios digitales han sintetizado la complejidad del juicio humano. A través de su minimalismo, nos recuerda que, si bien la tecnología ha evolucionado, la esencia del juicio y la valoración sigue siendo una parte integral de la condición humana.